Si algo echamos de menos cotidianamente quienes padecemos la Enfermedad Celíaca es poder darnos algunos gustos con esos sabores de masas dulces. Con tan sólo enunciarlo hacemos sufrir a nuestro paladar y las evocaciones mentales de quequitos, pie, tartas, pasteles, tortas o facturas (como les dicen los hermanos argentinos) se suceden como si fueran las mismas imágenes que usaban para torturar al protagonista de la película La Naranja Mecánica.
Sin embargo, aquello de «sufrir» puede estar un poquitito exagerado, pues cada día vamos descubriendo nuevos productos o ingredientes «gluten free» que llegaron para sacarnos del ayuno obligado al que mucha veces nos sometemos y que permiten regalonearnos con preparaciones culinarias con ese sabor de hogar con el que cocinan nuestras madres, tías o dulces abuelas.
Mi dulce tía
En mi casa, la preparación de masas dulces era la manera como mi mamá o mis tías nos hacían sentir su cariño y nos dibujaban una sonrisa en los labios con tan solo dar el primer bocado. Reconozco que por lo mismo se complicaron bastante cuando les comenté acerca de mi diagnóstico de Enfermedad Celíaca, pues no conocían por entonces la gama de posibilidades para preparar recetas sin el uso de harina de trigo u otros derivados que nos ponen en riesgo de caer en una crisis por contener gluten.
Pero el cariño de tus seres queridos te demuestran que a veces son a toda prueba y para una Navidad mi querida tía Iris me sorprendió gratamente cuando llegó con un postre de tiramisú elaborado con una receta propia y 100% libre de gluten. Recuerdo que mi semblante pasó de la alegría al éxtasis cuando lo sirvieron después de la cena y toda mi familia pudo además comprobar que comer sanamente y «Gluten Free» también era además muy apetitoso y suculento.
Por ello, una vez que comencé con esta desafiante aventura de escribir el blog de Vivir como Celiaca, a petición mía, mi querida tía Iris aceptó colaborar para que alguna de sus sabrosas preparaciones pudieran ser replicadas por nuestras lectoras y lectores de este sitio, para lo cual nos obsequió su secreto del bizcocho «extra esponjoso».
Si desean preparar este bizcocho deben seguir las indicaciones que ella misma me especificó y que en este nuevo post les dejo como aporte para hacerles un poquito más alegre su día o su fin de semana en familia. ¿Vale? ¡Aquí vamos!
Receta de bizcocho fácil y extra esponjoso
Ingredientes:
- 5 huevos
- 150 gramos de azúcar
- 120 gramos de chuño (en aimara, quechua: ch’uñu, que es papa procesada)
- 30 gramos de harina de arroz
- Una y media cucharada de polvos de hornear sin gluten y sin levadura. (La marca Bob’s Red Mill es la única certificada en Chile por la «Fundación Convivir». Puede adquirirse en su formato de 397 gramos en sitios como cambiatunutricion.cl, Tremus.cl, Bienverde.cl o Dellanatura.cl vía compra online).
- Esencia de vainilla (opcional).
Preparación:
Separar las claras de huevo de las yemas, luego batirlas con la mitad de azúcar hasta disolverlas por completo en la mezcla. Agregar la mitad de harina sin gluten, batir hasta tenerla bien incorporada y luego batir las claras de huevo a nieve; posteriormente debes agregar el resto de azúcar.
A continuación, incorpora el batido de las yemas con movimientos envolventes y en forma lenta para airear el batido.
Agregar con un poco de chuño los polvos de hornear sin gluten, utilizando un batidor de mano. Si lo deseas, puedes agregar aquí la esencia de vainilla. Poner todo el batido en un molde de aproximadamente 18 centímetros por 10 cms. de alto en un horno precalentado a 180 grados, por un lapso de 35 a 40 minutos, y dejar reposar unos 5 minutos antes de servir.
Recuerden que este bizcocho se puede utilizar para variadas preparaciones, como tortas, tiramisú o tartaletas, acompañándolo con diferentes rellenos a tu gusto.