Por Raúl Rojas González. Periodista, académico y escritor.
Al cierre de esta nota, el coronavirus registraba 120 mil personas contagiadas y 4.300 muertos en todo el mundo. Los casos correspondieron a 134 países en cinco continentes. ¡Con razón fue declarado pandemia por la Organización Mundial de la Salud! ¡Tal vez demoró mucho en decidirlo! En Chile, oficialmente, hay 23 personas que sufren la enfermedad.
Aunque preocupante, la realidad no debe llevar al pánico. En la mayoría de los casos, el mal sólo ocasiona síntomas leves o moderados, como fiebre y tos, muy similares a los del resfriado común. Sin embargo, como siempre ocurre, existen grupos vulnerables. Entre ellos, los adultos mayores y personas con patologías crónicas, que complicadas, pueden llevar a la neumonía. Incluso a la muerte.
Esas son las malas noticias. La buena noticia es que la Sociedad Española de Enfermedad Celíaca,una de las más importantes organizaciones del planeta en esta materia, envió un mensaje de tranquilidad a los celíacos y sus familiares: no existe mayor peligro de contagio por el hecho de sufrir la enfermedad celíaca.
Su única recomendación fue que los celíacos se ciñan estrictamente a la dieta sin gluten y sigan las recomendaciones de prevención del coronavirus, conocidas a nivel internacional. Su condición no los hace más vulnerables.
«Aunque uno esté en un grupo de riesgo, eso no debe significar una condena. Una dieta y un estilo de vida adecuados pueden influir notablemente para contener una enfermedad que afecta entre el 1% y el 2% de la población mundial».
Raúl Rojas G.
Es clave recordar que el coronavirus se contagia por contacto estrecho con secreciones respiratorias, sobre todo a través del estornudo, la saliva y la tos.También por falta de higiene, sobre todo en las manos. Todo es controlable. Ninguna de esas condiciones está vinculada con la celiaquía.
Familiares en la mira
Descartado un mayor peligro de coronavirus, hay otras advertencias importantes vinculadas a la enfermedad celíaca en sí, no de España, sino a nivel internacional. Los familiares directos de un celíaco conforman el primer grupo de riesgo de padecer celiaquía, según estudios realizados en todo el mundo. La carga genética es clave, de manera que, al informar al médico sobre sus antecedentes de salud, el paciente debe, a su vez, conocer muy bien el historialde salud de sus parientes de primer grado. Directamente, se estima que entre un 10% y un 30% de familiares descendientes de celíacos tienen riesgo de desarrollar igual enfermedad.
También ingresan al primer grado riesgoso quienes presentan tiroiditis, diabetes, síndrome de Down y síndrome de Turner.
Lo mismo ocurre con las embarazadas, debido a los múltiples cambios inmunitarios del organismo durante esa condición de la vida.
Aunque la enfermedad puede presentarse en la infancia y adolescencia, es un hecho definitivo que afecta, por lo menos, al 20% de las personas mayores de 60 años, es decir, a uno de los grupos vulnerables de la población.
«Los familiares directos de un celíaco conforman el primer grupo de riesgo de sufrir el mismo mal, según estudios realizados en todo el mundo».
Raúl Rojas G.
El diagnóstico oportuno es clave. Una vez informado, el médico debe ordenar un examen serológico, a fin de detectar y cuantificar anticuerpos relacionados con el mal. Para esto, debe tenerse presente que no se trata de una enfermedad digestiva común y corriente (los síntomas pueden confundir, por su vinculación con enfermedades asociadas), sino también multisistémica.
Seguir las recomendaciones
El autodiagnóstico o la recurrente consulta a internet para saber de la celiaquía y no consultar médico están lejos de ser recomendables, sobre todo en la actualidad, cuando existe el “paciente informado”, que consulta el computador antes que al facultativo.
Aunque uno esté en un grupo de riesgo, eso no debe significar una condena. Una dieta y un estilo de vida adecuados pueden influir notablemente para contener una enfermedad que afecta entre el 1% y el 2% de la población mundial.
Lo mismo sucede con los factores emocionales, que pueden jugar a favor o en contra en caso de enfermedad celíaca. Es posible que representen el ingreso o salida de los grupos de riesgo.
La hipocondría, es decir los enfermos imaginarios, no pueden dejar de ser mencionados. Leen y se informan sobre el trastorno celíaco, sufren una indigestión común y corriente e inmediatamente se declaran celíacos.
Otro factor de riesgo es el ambiental. Derechamente, la alimentación. Como el celíaco requiere alimentación sin gluten, único camino de alivio hasta hoy, junto con la acupuntura y algunas medicinas alternativas, en su hogar se requiere cocinar para él, en ollas especiales, a fin de que no se mezclen los contenidos de sus ingredientes, lo que puede desencadenar crisis en momentos más que inoportunos.
Lo importante, lo reiteramos, es que ser celíaco no significa, en caso alguno,k mayor riesgo de covid -19.
No es fácil presentar celiaquía. Pero no se trata de una enfermedad catastrófica. Como sucede habitualmente, el control depende del propio paciente, con el debido apoyo profesional.
Queda claro con este reportaje, que los celiacos no estamos «más» propensos a contraer COVID-9, pero no queda claro, si por esta condición corremos riesgo de que sea más grave o nos afecte de mayor manera, dejando secuelas importantes o incluso la muerte.