Quise devolverles el cariño y su amistad que me acompaña por más de 16 años, y qué mejor que mostrarles lo rico que hay dentro de los productos gluten free, por lo que la temática de la velada sería en base a mi alimentación. Busqué productos procesados y certificados, eligiendo los mejores sabores del mercado y así poder mostrarles que no todo eran privaciones.

Comenzamos con un picoteo con Papas Tika de diferentes variedades, suflitos de queso cheddar y de coliflor (cheddar puff y coliflawer puff), quesos Camembert y Brie de la marca Los Tilos, además de aceitunas, y demases. Debo decir que esta primera parte de mi experimento funcionó, se sorprendieron de lo sabroso que podía llegar a ser esta comida y notaron que no se sentían extremadamente llenos ni pesados, por lo que esperaron ansiosos el plato central de la ocasión. 

El tema del alcohol estaba también restringido a los gluten free, pues la idea era mostrarles cómo comemos y bebemos los celiacos. Por eso, entre los bebestibles a disposición, la idea era consumir cerveza Daura o Jade, mis favoritas, además del ron nicaragüense Flor de Caña y Vodka Absolute, pues estos manjares a mí -al menos- no me causan ningún problema intestinal. Debo decir que quedaron encantados con las cervezas, sin mencionar sus caras al dar el primer sorbo. 

Quise devolverles el cariño y su amistad por más de 16 años, y qué mejor que mostrarles lo rico que hay dentro de los productos gluten free.

Pero el plato central contenía parte de la magia que había preparado para esa noche, puesto que preparé mi receta casera de ñoquis, la cual he ido perfeccionando con los años. Además, necesitaba su aprobación de que mi juicio gastronómico iba en la dirección correcta. Y fue un rotundo éxito, inclusive pidieron porciones extras y la receta para hacerlos ellos mismos. ¡Qué manera de sentirme más orgullosa!

«La mejor parte no fue que les gustara, sino que se dieron cuenta que no les producía malestar, ni sensación de pesadez, pese a que ninguno de mis invitados es celiaco ni tiene problemas de intolerancia al gluten».  

Vivir como Celiaca.

Pero el toque final lo dio mi tiramisú apto para celiacos, una receta que creó una tía para complacer mis deseos en época de Navidad. ¡No podían creer la cremosidad, el sabor delicado!, y entre sus comentarios destacó que tanto los ñoquis como el postre sabían mejor sin gluten. Me impacté, pues yo he olvidado el sabor de estos platos creados de manera tradicional. 

La mejor parte no fue que les gustara, sino que se dieron cuenta que mi cena no les producía malestar, ni sensación de pesadez y en ningún momento se sintieron hinchados, siendo que ninguno de mis invitados era celiaco ni tenían problemas de intolerancia al gluten.

Ser celiaco no significa que debas vivir creyendo que el gluten es lo que le da el sabor a nuestra comida casera.

Fui feliz, pues no recurrí a mezclas de harinas listas, ya que en mis primeros años después del diagnóstico me obsesionaba conseguir sabores similares pero sin utilizar dichas mezclas, sólo usé mi imaginación y, al parecer, fue mi mejor aliado. 

Ser celiaco no significa que debas vivir creyendo que el gluten es lo que le da el sabor a nuestra comida casera, existen alternativas donde puedes conseguir mejores sabores, aunque más de un queque no te resultará como esperas, pero no desesperes, de a poco irás afinando la técnica para conseguir aquellos que más te gusten. Ahora sólo es necesario que te atrevas a cocinar y verás cómo te vas a sorprendes de tus capacidades, sin contar que te aliviará saber que, de ahora en adelante, tienes el control de saciar tus antojos. 

Cuéntanos tus propias experiencias de cenas Gluten Free con tus amigos en los comentarios de este post, para así inspirar y dar ánimo a mucha más gente que aún se siente insegura de probar estos manjares para celíacos.


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