De seguro quienes padecen la Enfermedad Celiaca han sufrido en alguna ocasión aquella molesta distención abdominal seguida de fuertes dolores y no han sabido cómo manejarlo, sobre todo porque no existe un tipo de medicamento capaz de dar un alivio rápido a tal problema.
Los síntomas más comunes de una persona que sufre de la enfermedad celíaca son:
- Hinchazón abdominal y dolor
- La diarrea crónica
- Heces de color claro y la pérdida de peso
- Malestar en el tracto digestivo
- Anemia
- Cansancio
- Una erupción severa llamada dermatitis herpetiforme
- Los problemas musculoesqueléticos, como calambres musculares, dolor de huesos o articulaciones
- Los problemas de crecimiento en niños
- Convulsiones
- Hormigueo en las piernas
- Las aftas o llagas en la boca
- Ausencia de períodos menstruales en las niñas o mujeres adultas.
Existen sin duda opciones para lograr un leve alivio a esta condición inherente a los celíacos y aquí te detallaré una alternativa sencilla de hacer en tu propia casa y que nutrirá de una amplia gama de opciones 100% naturales y no contraindicadas para contar con un verdadero botiquín de emergencias, al cual recurrir en caso de una crisis leve.
Me refiero específicamente al uso de hierbas medicinales, cuyos beneficios y propiedades curativas o paliativas para diversas dolencias o enfermedades están más que probadas y documentadas por la investigación médica y científica, por tanto no debes temer a sufrir contraindicaciones, como sí puede ocurrir con medicamentos farmacéuticos recetados o no recetados.
Propiedades medicinales
En la sabiduría popular encontrarás muchas referencias a las propiedades de plantas como el boldo, la menta, el matico, hierbabuena, orégano, entre muchas otras, para combatir las molestias estomacales o de otra índole.
En esta oportunidad, sin embargo, nos remitiremos a las definiciones y recomendaciones que fueron publicadas en el Libro “Medicinas Alternativas” (Editorial Renacimiento, primera edición Abril de 2008), del Dr. David Calderón Thayer y el periodista Raúl Rojas González, cuyo Capítulo 18 está dedicado a las Hierbas y Plantas Aprobadas y Legalizadas por el Ministerio de Salud en Chile.
Existen distintos métodos de preparación para su consumo, ya sea como infusión, mediante su cocción, maceración, en polvo, zumo o jugo, compresas, pomadas o ungüentos, cataplasma o emplasto, y hasta como ensalada. Todo es válido para obtener efectos positivos en la salud de nuestro organismo.
He aquí algunas de las hierbas más usadas para combatir los síntomas de la Enfermedad Celiaca y sus respectivas propiedades:
Catálogo de hierbas más usadas
Boldo (Peumus boldus Mol.), hojas: alivia molestias gastrointestinales y digestiones difíciles de tipo crónico (dispepsias), laxante suave. Protector hepático y sedante nervioso.
La infusión se prepara con una cucharada para un litro de agua hirviendo; beber tres tazas al día. La misma infusión puede ser usada en baños y cataplasmas.
Otros antecedentes: Su uso en molestias gastrointestinales y hepática, así como propiedades antiinflamatorias, están avalados por estudios clínicos.
Precauciones: no usar en caso de obstrucción de la vía biliar (ictericia). No se recomienda su administración oral durante el embarazo ni en niños menores de 10 años. En pacientes con cálculos renales usar sólo bajo vigilancia médica.
Cedrón (Aloysia citrodora Paláu), tallos-hojas: Usada para trastornos digestivos tales como diarrea, cólicos, indigestión, náusea, vómitos y flatulencia; en trastornos del sistema nervioso como sedante en insomnio y ansiedad; en estados gripales (resfriados con fiebre). Efectos: antiespasmódico, antibacteriano, carminativo, sedante suave.
La infusión se prepara con 1 cucharada de la planta para un litro de agua recién hervida, dejar reposar y beber de 3 a 4 tazas al día.
Otros antecedentes: su uso en trastornos digestivos y como sedante suave está avalado por antecedentes científicos especializados.
Precauciones: no administrar por un periodo prolongado de tiempo ni infusiones muy concentradas. Evite su preparación en utensilios de aluminio.
Chinita-Caléndula (Calendula officinalis L.), flores: Se usa para problemas digestivos tales como dolores de estómago, úlceras, gastritis, colitis. Padecimientos hepáticos. Regula la función menstrual. Efectos: antiespasmódico, antibacteriano, emenagogo, digestivo, cicatrizante, antiinflamatorio. Calma los retortijones estomacales, mata las bacterias o impide su desarrollo y estimula o favorece el flujo menstrual.
La infusión se prepara con una cucharada de flores frescas o secas para un litro de agua recién hervida; beber tres tazas al día.
Otros antecedentes: su uso en afecciones a la piel aparece descrito en publicaciones especializadas.
Precauciones: no se aconseja su empleo oral durante el embarazo, lactancia o en niños menores de 10 años sin supervisión médica. Evite su preparación en utensilios de aluminio.
Hinojo (Foeniculum vulgare Mill), planta entera (partes aéreas, raíz, semillas, frutos): Usada para tratar trastornos digestivos tales como diarrea cólicos, flatulencia. Padecimientos hepáticos. Afecciones de las vías urinarias; favorece la producción de leche materna. Efectos: analgésico, antiespasmódico, carminativo, galactógeno. Disminuye el dolor, calma los retortijones estomacales, previene y favorece la expulsión de gases.
La infusión se prepara con una cucharada del vegetal para un litro de agua recién hervida; beber tres tazas al día.
Otros antecedentes: sus usos como antiespasmódico y estimulante de la producción de leche materna aparecen descritas en publicaciones especializadas.
Precauciones: no tomar la infusión demasiado concentrada, especialmente en embarazadas. No administrar junto al antibiótico Ciprofloxacino, puede provocar reacciones alérgicas en algunas personas. Evite su preparación en utensilios de aluminio.
Linaza-Lino (Linum usitatissimum L.), semillas: Para el estreñimiento, dolor e inflamación del estómago, gastritis, colon irritable, afecciones de la vejiga y riñones. Efectos: antiespasmódico, laxante, cicatrizante. Calma los retortijones estomacales y favorece la evacuación del viente.
Para el efecto laxante, ingerir una cucharada diaria de semillas, sin masticar, con una o dos tazas de agua; alternativamente se puede dejar la misma cantidad en remojo unas ocho horas y beber el líquido en ayunas.
Para tratar el resto de las afecciones, preparar una infusión o tisana hirviendo durante dos minutos, dos cucharadas de semillas para un litro de agua y dejar reposar treinta minutos; colar y beber tres tazas al día.
Precauciones: no administrar durante el embarazo. Administrar con abundante agua y precaución en pacientes diabeticos, pues puede disminiuir el efecto de medicamentos hipoglicemiantes. Evite su preparación en utensilios de aluminio.