El caso de la celiaca versus el médico
¡Pero si eso no existe!, fue la respuesta del profesional ante mi revelación de que padecía de la Enfermedad Celíaca. Me recomendó que fuera al psiquiatra, pues a su juicio lo que yo padecía era una mezcla de desórdenes alimenticios mezclados con mitomanía. Mi diagnóstico para él: “delirio mesiánico”.